Canción de amor

Dentro de la casa y a lo largo de sus amplias terrazas exteriores, el fotógrafo Matthew Brookes capturó al trío Smith (que pronto será un cuarteto) para su primera sesión de fotos como familia. Es una historia de amor de la vida real, cantada en armonía con la llamativa arquitectura de la casa y fotografiada con una vibración relajada.

Lucky Blue ha sido una fuerza motriz de la moda desde que desfiló en su primera pasarela. En su camino hacia el reconocimiento mundial, la estrella de las portadas compaginó el modelaje con la actuación en películas y la batería de su banda, The Atomics. Siempre con los pies en la tierra y dedicado a la familia, ha dado prioridad al matrimonio y a la paternidad. Por eso, toda la familia Smith ha llegado a definir el futuro del estilo.

Para esta sesión, la singular Casa Doolittle fue un escenario perfecto, no solo porque las geometrías juegan con la arquitectura de las monturas de Oliver Peoples, sino también porque fue diseñada por el visionario Kendrick Bangs Kellogg en la década de 1980 para representar una visión inigualable del futuro. Actualmente, sigue manteniendo esta gran misión. Recorrer el fluido espacio de 4.643 pies cuadrados hace evidente el hecho de que cada uno de los elementos no solo es único, sino que está hecho a mano de forma exclusiva para confluir en una creación rara y completa. Nada aparece dos veces y cada componente se correlaciona con el siguiente.

Hay una sublime sensación de estructura entre el extenso salón hundido, la cocina en forma de media luna, la cascada del baño principal y otras manifestaciones. Las aportaciones del original diseñador de interiores John Vugrin armonizan con la arquitectura. Al igual que con las monturas de Oliver Peoples, cada atributo ha necesitado una esmerada consideración y la máxima experiencia para su realización. En conjunto, la casa es una obra de arte en concierto con su entorno natural y la mística de Joshua Tree subraya aún más su magia.

A lo largo de las imágenes de la campaña, empapadas del sol del sur de California y de los tonos arenosos del desierto, los observadores captarán las nuevas incorporaciones de Oliver Peoples a la familia Smith, desde monturas de titanio fabricadas en Japón hasta formas llamativas y glamurosas con colores inesperados. Detrás de cada artículo está la impresionante atención al detalle por la que Oliver Peoples ha llegado a ser conocido, evidenciada por nuevas y creativas filigranas, llamativos acabados de acetato y mucho más.

La campaña es una confluencia de inspiración que solo se encuentra en las canciones de amor más sinceras: los personajes son reales; el escenario es una obra maestra. Aquí, además, los accesorios acercan aún más a ambos. Kellogg tardó 20 años en completar la Doolittle House con Vugrin, pero hasta un rápido vistazo a las fotos tomadas por Brookes -con todas sus formas y sombras, monturas y lentes, y la maestría de los detalles distintivos de Oliver Peoples- deja claro que un hogar siempre ha de estar lleno del sonido del amor.